miércoles, 25 de septiembre de 2013

Mail enviado a la Biblioteca Municipal de Concepción

De mi consideración.

Hoy a medio día hice planes junto a otra persona de trabajar en la biblioteca municipal de Concepción. Sólo requería una mesa y wi-Fi. Para nuestra sorpresa: el lugar estaba cerrado.

La persona con la cual fui es de Hualpén, yo soy de Concepción. Comprenderá que nos arruinaron la tarde gratuitamente, y que no fue sólo decir "que lata, hagamos otra cosa".

No es primera vez que me pasa una situación similar en la biblioteca municipal de Concepción, y por eso es mi enfado.

Una biblioteca en la cual no pueda tener la confianza de que estará abierta es simplemente inútil. No es posible hacer planes -serios- de ir a un lugar que quizás esté abierto.

Comprendo que les importe un cuesco mi situación y que seguirán prestando el establecimiento para actos culturales y asuntos que la dejan inutilizable (cosas que podrían hacerse en cualquier gimnacio).

Sólo solicito que por lo menos arreglen vuestro sitio web el cual tiene hace meses, o quizás años, el mensaje: "Nos estamos renovando...  pronto estaremos de regreso", para poder enterarnos cuando decidan que no podremos utilizar la biblioteca, y así poder hacer planes y no encontrarnos con la sorpresa al llegar al lugar.

Agradezco consideren mi petición. No es necesario un sitio web nuevo/caro, basta que coloquen información importante en él: como cuándo no podemos usar la biblioteca.


Se despide indignado.
(...)

martes, 17 de septiembre de 2013

¿De qué sirve rebajar el IVA en los libros?

Un libro de esos que uno lee por gusto, pero de los top, va entre los 7 a 16 mil pesos (20 mil con mala suerte). Entonces el IVA está entre los 800 y 2 mil pesos. Aunque libros que no sean tan promocionados por películas o bibliografías de una celebridad, esos clásicos, se pueden encontrar por 3 o 7 mil pesos.

Si le sacamos el IVA a un libro de 10 mil pesos queda en 8 mil, entonces quien no lee ahora porque el libro es caro ¿leerá más con esta súper rebaja? Además, difícilmente esta rebaja sería íntegra para el comprador final.

¿Y si tuviéramos acceso a libros gratis?

De cuando en cuando visito la biblioteca pública de Concepción. Es bien cómoda, bien iluminada, frente a un bonito parque, cercana al centro de la ciudad... Los usuarios son en su mayoría personas que van por wifi (o algo hacen todo el rato frente a su laptop) o escolares que van a hacer algo en grupo. No recuerdo haber visto a alguien leyendo algún librito pequeño tipo novela. Hay un sector especial para niños y siempre está vacío (seguro la culpa no es de los niños). En la biblioteca de la universidad no es muy distinto: muy pocos piden un libro para leer sólo porque quieran leerlo por gusto, y no conozco a nadie que lo haga regularmente.

En resumen, no leemos porque no tenemos la costumbre, y esto no es causa del impuesto al libro, sino de gustos. Creo que es un hábito o gusto aprendido, y esas cosas se adquieren -por imitación- en la casa y podría fomentarse en el colegio.

Por lo menos en este tema creo que los poderes fácticos no son determinantes.

Por supuesto que a todos nos gusta pagar lo menos posible, pero las discusiones sobre el precio de los libros apuntan al fomento de la lectura o el derecho a un pueblo a culturizarse, y no veo que esto se solucione en lo más mínimo quitando este impuesto.